EL MUNDO
17 enero 2012
Los niños no se echan
suficiente fotoprotector
Laura Tardón
Se echan menos de la mitad de la cantidad recomendada por
los expertos. Deben usar este producto correctamente, tanto en verano como en
invierno.
No
basta con aplicarse crema de protección solar. Además, hay que prestar atención
a la cantidad que usted extiende por su cuerpo, concretamente por el de sus
hijos. Según un estudio publicado en 'Archives of Dermatology', se echan menos de la mitad de lo que deben y,
por lo tanto, al contrario de lo que piensan sus padres, no están lo
suficientemente protegidos de la radiación ultravioleta.
Como
explica Yolanda Gilaberte, dermatóloga del Hospital
de San Jorge de Huesca, la eficacia de un filtro de 50 puede reducirse a la de
uno de ocho si la frecuencia de la aplicación o la cantidad no es la adecuada.
Es decir, para que el fotoprotector cumpla su función (en la prevención del
cáncer de piel), "se debe extender una capa de dos miligramos por
centímetro cuadrado en la piel media hora antes de la exposición solar". Y
añade: "No es que sea la cantidad recomendada, es que es con la que se
hacen las mediciones de los filtros solares".
Todos
los estudios realizados al respecto indican que los adultos no cumplen con esta
premisa y ahora, por primera vez, un grupo de expertos del Queensland
Institute of Medical Research (Australia) comprueba que los más pequeños
tampoco. "De media, se echaban una capa de 0,48 miligramos por centímetro
cuadrado", afirman los responsables del estudio en el artículo. Así lo
demuestran los 87 niños australianos (entre 5 y 12 años) que participaban en la
investigación.
Y
aún más, después de analizar los formatos de los fotoprotectores, también se
dieron cuenta de que "los niños se aplicaban más cantidad cuando
utilizaban el producto en forma de spray (0,75 miligramos por centímetro
cuadrado), en comparación con el bote normal (0,57 miligramos por centímetro
cuadrado) y el de roll-on
(0,22 miligramos por centímetro cuadrado)".
En
España, el formato roll-on
no se comercializa, pero sí hay cremas protectoras en espuma, en geles y en barra (para los labios). "El fotoprotector
en spray es más agradable, más cómodo y fácil de aplicar. Su textura facilita
la aplicación, sobre todo para aquellos que suelen rechazar ponerse cremas,
como los niños, adolescentes y hombres", puntualiza Gilaberte.
"Existe la percepción de que, como es líquido, protege menos, pero si se
compensa aplicando más, puede ser un producto muy ventajoso", recalca.
En
el estudio, ninguno de los niños se puso los dos miligramos por centímetro
cuadrado, lo que avala la preocupación que tienen los dermatólogos por el uso
correcto de los fotoprotectores. "Estamos infrautilizando este producto y,
en vista de las conclusiones, debemos seguir recomendando otros métodos de
protección como la ropa y evitar las horas de máxima insolación (entre las 12 y
las 16)", recomienda Raúl de Lucas, dermatólogo del Hospital Universitario
La Paz, quien recuerda que no sólo debemos protegernos en verano, también en invierno.
"Más del 60% de las radiaciones solares a lo largo de la vida se reciben
en la edad escolar, sobre todo en el recreo y haciendo ejercicio al aire libre.
Por eso, durante el curso los niños tienen que utilizar los
fotoprotectores".
Si
se pregunta qué factor es el adecuado para su hijo, Gilaberte
explica que, "como ya sabemos que no usamos la cantidad recomendada, para
un fototipo de piel normal (2 o 3), en lugar de un 15, aconsejamos un 30".
Dado
que ni los adultos ni los niños se echan suficiente crema, los autores de este
estudio proponen "diseñar intervenciones educativas para ayudar a mejorar
la aplicación de los filtros solares. Además, conviene insistir en otras
recomendaciones complementarias, como el uso del gorro o la sombra".